martes, 22 de abril de 2008

Aeropuerto en el mar

Anoche fui a Londres con un amigo del trabajo y ahí nos reunimos con Anna mi amiga de deutsche, y con K y su Lord. Vimos una obra acerca del examen de la "britishness", que es el examen que tenemos que hacer para solicitar residencia o ciudadanía -que por cierto ya lo reservé y lo haré en dos semanas- estuvo lindo ir, la obra en sí estuvo interesante pero no maravillosa, o no, K? Hacía muchas preguntas de lo complejo que es el asunto de la integración cultural, y de qué tan adecuado es hacer ese tipo de examenes. Los actores, buenísimos, cada uno representó a muchos personajes, y cada vez que lo hacían, con un acento impecable (me parece), te convencían totalmente de que eran inmigrantes rusos, árabes, polacos, marroquíes, qué sé yo, o clase media inglesa, escoceses, clase trabajadora de hackney, etc.

Lo más padre fue después tomarnos un vaso de vino en el bar del teatro y platicar. Mi amiga bloguera me cayó muy bien, es linda. Y me dio mucho gusto ver a Anna de nuevo. A Anna, le dije que nomás estoy esperando a que ella sea jefe de equipo, para trabajar para ella ja JA ja, pero para eso tendría que venderle mi alma al diablo de nuevo.

Ingredientes
En el viaje en tren platiqué con mi amigo italiano. Él también se está recuperando de un truene y un cambio drástico de planes: ellos iban a irse a vivir juntos a Cambridge, y ya habían encontrado departamento y todo, y en el último minuto, ella decidió que mejor no, y tronaron. Yo le conté de mi historia, y de los nuevos eventos, y de cómo de pronto no me dieron ganas de ir a cenar con el chavo lindo que me invitó, y él me dijo que tal vez sólo tengo miedo y que ... bueno, dijo como la anónima: "no seas sacatona". Después, durante la plática en el teatro, K habló de Brazil, y comentó lo colorido que es. Yo una vez fui a Brazil, y todavía lo recuerdo como el lugar que he visitado que menos he querido dejar al final de las vacaciones.

* * *
Íbamos en una barca, sobre un mar cálido, mi ex, yo y más gente. Estábamos en Brazil. Él me había invitado a esas vacaciones, aunque no estaba claro por qué, y yo había dicho que sí. Después de un rato de ver el agua pasar a los lados de la barca, vimos que a lo lejos había un risco, con una cueva, y en el mar frente al risco, una plataforma donde descansaba un avión. Hacia allá nos llevo la embarcación. Nos bajamos a la cueva en la base del risco, con nuestras mochilas y demás, rodeados de neblina, y de ahí pasamos a la plataforma y al avión.

Después de eso, estábamos con un grupo de gente en un bar en tierra firme en Brazil, y era la celebración de año nuevo. Nos explicaron que la costumbre en año nuevo era hacer un intercambio de regalos, pero uno por uno, y al momento de dar tu regalo a quien tú escogieras, te tenías que parar en el centro del grupo y gritar 3 cosas que quisieras decirle a partir del año que terminaba. Como éramos extranjeros, y no teníamos regalos para el intercambio, el bar nos regaló camisetas con su logo para que las intercambiáramos. Llegó mi turno de regalar la camiseta y gritar 3 cosas que quería decir... y en ese momento, me di cuenta, y decidí, que no quería decirle nada a mi ex, que le iba a dar la camiseta a otro hombre que estaba ahí sentado con nosotros, justamente el chavo lindo que me invitó a cenar. Y le dije:

Bueno, no me acuerdo qué le dije. Pero creo que eso no es lo importante de este sueño.

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