miércoles, 13 de febrero de 2008

Carlos Prieto en Cambridge

Estoy conmovida.

El señor es lindo (no, no es arrogante!), toca maravillosamente bien, y su cello suena tan bonito... creo que sí es válida la fama de los stradivari, y también muy válida la fama de Maestro Prieto. Qué privilegio, en la capillita del colegio St. Catherines, en el mejor asiento, a dos metros. Sí que me conmoví, lo disfruté mucho*.

El concierto en sí fue cortito. 4 movimientos de una suite para cello de Bach, una marcha de Prokofiev, y un movimiento de un compositor mexicano llamado Zyman (como todas las obras clásicas modernas, no me encantó). Y la primera media hora nos contó de su libro "las aventuras de un cello", una biografía de su cello "Chelo Prieto", nacido en 1720. Muy divertidas, las aventuras.

A mitad de los movimientos de Bach, que fueron la mejor parte del concierto, volteé a ver la cara del público. Estaban hipnotizados, como yo. Unos con los ojos cerrados, otros no, pero todos con la cara relajada y más bonita que de costumbre. Pensé que cuando se va a un buen concierto de música clásica, se abren unas puertas internas que llevan a algo así como a nuestra mente sin palabras, a un entender sin raciocinio, y más como de sabores del cuerpo y del mundo. Por un rato, mientras el arco bailaba, todos estábamos perdidos en nuestros laberintos interiores, sintiendo y presintiendo cosas. Lo único malo fue que duró muy poco, pero no me puedo quejar!


* como soy chilloncita, tenía mis lagrimitas queriendo salir.

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