miércoles, 23 de enero de 2008

"La esperanza tiene muchos terrenos baldíos"

Ya estoy de buenas de nuevo.

Este nuevo carraspeo de mi volubilidad se debe a que empezó la parte de prosa en mi diplomado de creación literaria, y ¡se ve super bien! Estoy muy emocionada. Este nuevo maestro es MUY bueno, y nos deja más trabajo. También es atractivo, inteligente, buena onda y al parecer soltero, pero eso lo ponemos a un lado porque en este diplomado no estamos para eso. Lo que sí es que le da más inspiración al asunto.

No, pero ya en serio, está padrísimo. Este fin de semana vamos a tener un "residential writer's weekend" en un monasterio en el condado de Norfolk. Vamos a estar apartados de la civilización, sin internet, con poca señal para los celulares, y en cambio tendremos libros, cuadernos, botellas de vino y lecturas. Mucho tiempo para escribir y tiempo también para leer lo que escribimos, discutirlo, escuchar. Para cenar y para platicar hasta las 2 de la mañana con un buen rioja. Ya les contaré.

-- Suo --

Estaba yo escribiendo un cuento en la casa de mi hermana, cuando entró al cuarto Ceci,
la mujer que limpia. Entonces me salí con todo y mi laptop, para dejarla trabajar, y me fui a la cocina. Alguien había movido la mesa para poder trapear, y la había dejado colocada contra una pared. Me senté, le hablé a mi gatito y le dije que se podía venir a la cocina conmigo. Volteé a ver, ahí venía. En eso vi que junto a mi silla, en el suelo, había una ranita. Chin, pensé, Chibi la va a querer cazar. Pero era tarde para hacer algo al respecto, Chibi ya estaba junto a mí. Entonces vi que la ranita era en realidad un sapo, y ya tenía junto a otro sapo, un poco más grande. Se pusieron a cantar una canción de sapos, a dos voces. Tenían una voz que no le he oído a ningún instrumento; lo más parecido sería la voz de un cello que cantara con la vocal 'o'. Era una voz maderosa y con cuerpo. Cantaron a dos voces graves, fluídas. Su canción era muy bonita. Cuando terminaron de cantar, Chibi se acercó a ellos. Yo pensé, lástima por los cantantes. Pero Chibi sólo veía. Entonces el sapo chiquito inclinó su cabeza de lado, sin dejar a ver al gato. Chibi lo imitó, inclinando su cabeza. Después se acercó, y puso su cabeza en el "hombro" del sapito mientras el sapito ponía su cabeza en el hombro de Chibi, como en un abrazo.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bolas Nittai!
Entonces quiero creer que las platicas con Rasputin han dado resultado, eh?
Ojala y si

Animo!

http://lasaventurasdepatito.blogspot.com/

Alina dijo...

Muy bonito sueño :)

Nittai dijo...

Gracias!
Mamadepatito: ya se acabaron las sesiones con Rasputín, lamentablemente. Ahora voy a un curso de comunicación, que es como terapia grupal. Está divertido.

Alina: Qué bonito es soñar, no? Más cuando no son pesadillas sino sueños bonitos.