martes, 31 de julio de 2007

Una mujer lobo mexicana en Cambridge

Ayer fuimos "punting". Ambili invitó al amigo de su trabajo. Iba también su hijita, una niña muy inteligente de 7 años de edad, quien se puso a dirigir un cortometraje en el que Ambili decía
"Hola, soy Ambili. Estos son mis amigos..." etc.
Nos bajamos en un prado a comer nuestro picnic de quesos: cheddar, bree, roule con hierbas, y wensleydale con cranberry -como se traduce cranberry? Ese que le gusta a Wallace-. Baguettes, vino tinto y fresas.
Fue muy bonito.
El estar en Cambridge e ir al colegio en el que estudié hizo que mil recuerdos se amontonaran en mi mente como pasajeros tratando de salir del metro. Cada puerta, cuarto, jardín de ese colegio me trae montón de recuerdos. El concierto del coro en el que canté un solo. Aquella fiesta tristemente célebre en la que besé a Mark en la biblioteca. El centro de estudio en el que prefería ponerme a leer a Stephen Jay Gould y a sus flamencos, que ponerme a estudiar matemáticas. La celebración al final de las carreras de remos en la que el amor más platónico de mi vida, el maravilloso G., prefería estar junto a mí que junto a la novia (y ahí estan las fotos) . Qué bárbaro, se sintió bien raro. Y al mismo tiempo que me es tan familiar, siento que la nittai que lo vive está a cien años de distancia de la nittai que lo vivió entonces. En otro mundo, otro universo. ¿Quién piensa que uno no puede cambiar? Yo pienso que uno no puede dejar de cambiar (y a lo mejor estamos diciendo lo mismo, porque creo que se refieren a cambiar voluntariamente). Mi "divorcio", por ejemplo, me hizo cambiar muchísimo. Es una experiencia muy interesante revivir estos lugares siendo tan diferente.

De regreso y ya de noche, cruzamos campos verdes en nuestras bicicletas. Yo no tenía luces así que iba en la bici de enmedio. Bajó la temperatura y podía ver mi aliento. Los pubs al lado del río muy bien podrían haber estado llenos de hombres lobo*. La luna, de un color amarillo ocre, se escondía atrás de nubes largas, afiladas y grises.



* Eugenia O' dice que tal vez tomando Bloody Marys con sus amigos los vampiros.

1 comentario:

Unknown dijo...

Guau, qué locura regresar al lugar en otro tiempo, y sentirte invadida de tantos recuerdos tuyos pero de otra tú... qué bien qué bien qué bien que has hecho el viaje. ¡Ah! Cranberry es arándano :-) ¿Y qué tal tu cita?