Una flor me dijo de la montaña cosas duraderas y tremendas.
Me dijo que a sus árboles la tristeza
les viene de las estrellas que los inundan.
Y que el viento le asusta y le libera
más que cualquier cosa cualquiera.
Una flor me dijo del viento cosas peregrinas y tremendas.
Me dijo que a sus raíces la montaña
les asusta y les libera
más que cualquier cosa cualquiera.
Y que el olvido le viene desde la tormenta
de estrellas que le inunda.
Una flor me dijo del hombre cosas duraderas, peregrinas
y tremendas.
Me dijo que el olvido le viene de la tristeza que le inunda.
Y que este instante le asusta y le libera
más que cualquier cosa cualquiera.
Un instante me dijo del hombre cosas duraderas, peregrinas
y tremendas.
Me dijo que la libertad le viene
de ser montaña, estrella y árbol
y de ser hombre como cualquier cosa cualquiera.
El poema original:
Raúl Bañuelos
Un pez me dijo del río cosas largas y tremendas.
Me dijo que a sus piedras la dureza
les viene del agua que las golpea.
Y que la lluvia le duele y le entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Un pez me dijo del mar cosas anchas y tremendas.
Me dijo que a sus agallas el río le duele y le
entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Y que la amargura le viene del agua
de lluvia que le golpea.
Un pez me dijo del hombre cosas largas, anchas
y tremendas.
Me dijo que la dureza le viene de la amargura
que le golpea.
Y que la vida le duele y le entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Una vida me dijo del hombre cosas largas, anchas,
y tremendas.
Me dijo que la amargura le viene
de no ser mar, ni río ni lluvia
y de ser hombre como cualquier cosa cualquiera.
Un pez me dijo del río cosas largas y tremendas.
Me dijo que a sus piedras la dureza
les viene del agua que las golpea.
Y que la lluvia le duele y le entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Un pez me dijo del mar cosas anchas y tremendas.
Me dijo que a sus agallas el río le duele y le
entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Y que la amargura le viene del agua
de lluvia que le golpea.
Un pez me dijo del hombre cosas largas, anchas
y tremendas.
Me dijo que la dureza le viene de la amargura
que le golpea.
Y que la vida le duele y le entusiasma
más que cualquier cosa cualquiera.
Una vida me dijo del hombre cosas largas, anchas,
y tremendas.
Me dijo que la amargura le viene
de no ser mar, ni río ni lluvia
y de ser hombre como cualquier cosa cualquiera.
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