De unos días para acá siento que la tristeza me llama, me jala, me intenta seducir.
Antes, habría escuchado su llamado sin más preguntas. Me habría hundido en ella. Pero he cambiado mucho y entiendo más cosas y soy más resistente. Así que ahora siento esos llamados que me hace, esos intentos por convencerme, revoloteando en las orillas de mi mente y de mi cuerpo, y los resisto con simples preguntas. Por qué o para qué quieres jalarme? A dónde me invitas a ir, tristeza, y qué hay ahí para mí? Qué gano?
Y no sabe responder. Así que yo me mantengo firme donde estoy.
sábado, 4 de octubre de 2008
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1 comentario:
La tristeza es una amiga que se puede instalar en tu corazon, a veces se le puede dejar asomarse por la puerta paro hay que cuidarse de no dejarla entrar por completo porque despues es mucho mas dificil sacarla....
Un besito
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